Las tensiones que han estallado entre el ministro pupilar y de la Defensa, Washington Navarro Dávila, y la presidenta de la Corte Suprema, Claudia Sbdar, adquieren cariz de conflicto con el correr de los días y de los acontecimientos. No sólo hay una escalada conceptual en la polémica en torno de pedidos de informes que el ministro público reclama, y que la titular del alto tribunal sostiene que ya han sido respondidos, sino que el tenor de los planteos se ha agravado en las últimas horas.
“Hasta el presente no existe un listado detallado de todas las causas remitidas al sistema conclusional en el que han resultado víctimas niños, niñas y adolescentes. Permanecen arrumbados y en bolsas innumerables expedientes, situación que ha sido comprobada conjuntamente con los vocales (Daniel) Leiva y (Antonio) Estofán, y el ministro fiscal subrogante, Alejandro Noguera, en las instalaciones del fuero penal”, denuncia Navarro Dávila en la última nota remitida a la jueza suprema.
La semana pasada, como informó el sábado LA GACETA, el jefe de los defensores oficiales hizo una presentación ante el jefe interino de los fiscales para pedirle que arbitre los medios para que Sbdar responda a 11 notas que le había enviado desde julio. “La falta de respuestas (a la que calificó de ‘comportamiento omisivo’) en algunos casos podría encuadrar en figuras penales, tales como malversación de fondos públicos o peculado”, advirtió Navarro Dávila.
La presidenta del máximo estrado -consigna la edición dominical- detalló las actuaciones que mereció cada nota del ministro. Con informes de la Secretaría de Superintendencia, puntualizó que cada planteo de Navarro Dávila había sido puesto a disposición de los demás integrantes de la Corte, y que, luego, fueron respondidos en reuniones, con acordadas o llamados telefónicos. Por ello, manifestó a este diario, la presentación del ministro público era “infundada y de ininteligible finalidad”.
“Se mintió”
Navarro Dávila ahora intima a Sbdar que informe si los dichos publicados en la entrevista fueron formulados por ella. “De ser manifestaciones suyas, estaría incurriendo en graves errores en hacer declaraciones en forma intempestiva, irreflexivas, con falta de prudencia, aplomo y equilibrio emocional que debe primar en una jueza, en razón de haber faltado a la verdad, cuando dice que todas las notas han sido respondidas”, afirma el ministro público.
Precisamente, y en segundo lugar, enumera los pedidos de información que no han tenido contestación (se informa por separado).
En el contexto de esas notas, hace especial hincapié en dos. La primera, del 1 de septiembre, pide que se informe “todo lo referido a la adquisición de un terreno en Banda del Río Salí destinada a la construcción del Centro Judicial del Este”. El 15, detalla, recibe la Acordada 846/20. “Estése al contenido del acta del 03/09/20”, dice la resolución. Es decir, da por contestado el pedido de datos con el acta de la reunión del 3, de la que Navarro Dávila participó.
El ministro público, sin embargo, manifiesta que desconocía que existiera un acta y pidió una copia. Entonces, sostiene, se trata de “otra equivocación o se mintió diciendo que había un acta y no era verdad”.
“Al haber quedado en evidencia la falsedad de haberse labrado un acta, el 22 de octubre comunican la Acordada 1.003/20, por la cual rectifican la Acordada N° 846/20”, describe Navarro Dávila. Mediante esa nueva resolución, se testa la palabra “acta”. “Estése al contenido del registro actuarial…”, cita la enmienda.
“Contabilicemos, señora presidenta: ¿cuántos yerros suyos se van descubriendo?”, interroga. “Tampoco se me ha suministrado la documentación que el vocal Daniel Posse se comprometió a darme en el plazo de una semana: las actuaciones referidas al Centro Judicial del Este, estando usted presente. ¿Cuál es la respuesta, presidenta?”, agregó.
“Misterio”
La segunda nota sobre la que Navarro Dávila carga las tintas fue enviada el 15 de septiembre. Solicita que se le informe sobre “los ‘Excedentes Financieros’ de la Junta Electoral Provincial que se encuentran en la cuenta de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Tucumán (y) han sido o estuvieron depositados en plazos fijos”. El ministro de la Defensa es uno de los vocales del órgano de control de los comicios.
El jefe de los defensores sostiene que el fin de semana pasado, luego de que él solicitara formalmente la intervención del Ministerio Público Fiscal para que se contesten sus notas, recibió una respuesta: el trámite dado a su pedido de información fue remitirlo a Estofán, vocal decano de la Corte. “Señora presidenta, ¿cuál es la respuesta, por qué tanto misterio si usted también pudo informar si están o estuvieron esos fondos en plazos fijos? En nada la compromete como presidenta de la Junta a usted que informe”, recriminó.
LA GACETA intentó consultar a Sbdar, pero ella no respondió los llamados ni los mensajes.
“Violencia de género”
Adela Seguí, decana de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán, consideró que las apreciaciones de Washington Navarro Dávila, ministro pupilar y de la Defensa, respecto de la presidenta de la Corte, Claudia Sbdar, configuraban “violencia de género”. “Es escandoloso que el ministro de la Defensa descalifique a la titular de la Corte con las típicas expresiones machistas que se asignan a las mujeres. No hay mujer que ocupe un lugar institucional importante a la que no se le asigne ‘falta de equilibrio emocional’... En los hombres es coraje; en nosotras, conflictividad, alteración, falta de aplomo o de prudencia, exageración o histeria. Toda mi solidaridad con Sbdar”, escribió Seguí en su cuenta de Facebook.